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martes, 2 de junio de 2015

Un segundo código genético podría explicar el origen de la vida


En el principio, solo había sustancias químicas. Y a partir de ellas surgieron aminoácidos que, eventualmente, dieron lugar a las proteínas necesarias para crear las primeras células vivas. Después, con el paso del tiempo, esas células se fueron uniendo para convertirse en plantas y animales. Esta es la versión más aceptada del origen de la vida. Recientes investigaciones han mostrado cómo la «sopa primordial» pudo crear los «ladrillos» necesarios para construir aminoácidos, y existe también un amplio consenso científico sobre cómo fue la evolución desde la primera célula viva hasta llegar a las plantas y los animales.

Pero nadie ha conseguido explicar aun cómo aquellos primerosaminoácidos lograron ensamblarse en las proteínas necesarias para poner en marcha las primeras células vivas. Ahora, Richard Wolfenden y Charles Carter, de la Universidad de Carolina del Norte, han logrado arrojar algo más de luz sobre la transición de los «ladrillos de la vida» a las primeras formas realmente vivas, hace cerca de 4.000 millones de años.

«Nuestro trabajo muestra que, desde el principio, mucho antes de que las moléculas más grandes y sofisticadas entraran en escena, resultó esencial una estrecha relación entre las propiedades físicas de los aminoácidos, el código genético y el plegamiento de proteínas -explica Charles Carter-. Y esta estrecha interacción fue, probablemente, el factor clave que hizo posible la evolución desde los ladrillos de la vida a los primeros organismos».

En dos artículos diferentes publicados en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), los investigadores se oponen a la teoría que sostiene que el ARN (la molécula que actualmente se encarga de codificar, regular y expresar los diferentes genes), surgió espontáneamente de la «sopa primordial» de aminoácidos y elementos químicos para construir primero proteínas muy cortas (péptidos) y más tarde las primeras células vivas.

Wolfenden y Carter, sin embargo, argumentan que el ARN no pudo trabajar solo. De hecho, es igual de probable que el ARN catalizara laformación de péptidos como lo contrario, que los péptidos permitieran la formación del ARN. El hallazgo añade una nueva capa a la historia de cómo la vida consiguió evolucionar en la Tierra hace miles de millones de años.


Fuente: ABC

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